Nunca me había identificado tanto con una canción como con ésta.
O soy educado, cortés y simpático,
amable, chisposo, atento y fantástico,
le tiendo la mano a cualquiera que pasa,
me invita tu madre a cordero a la brasa.
O soy arrogante, grosero y mal visto,
amante de todo lo que llaman vicio,
imbécil que siempre se pasa de listo,
persona irritante que saca de quicio.
Y es que así no encuentro la manera
de hacer que alguien como tú me quiera.
Qué le vamos a hacer, no sé.
Siempre me han perdido las formas,
nunca atiendo a las normas,
lo dejas o lo tomas.
Dices que no sé lo digo,
piensas que estoy de broma,
lo dejas o lo tomas,
lo dejas o lo tomas,
lo dejas ... o lo tomas.
No puedo cambiar de repente,
ni lo voy a hacer automáticamente.
Puedo escribirte un poema precioso
para demostrarte que te sigo el rollo,
que sirva de algo y que sea mi coartada,
que suene bonito y que no diga nada.
Puedo decirte que por ti me muero,
que tengo una empresa y me sobra el dinero,
te puedes creer cualquier cosa que digo,
que puedo pagarte la entrada de un piso.
Y aún así no encuentro la manera
de hacer que alguien como tú me quiera.
Qué le vamos a hacer, no sé.
Siempre me han perdido las formas,
nunca atiendo a las normas,
lo dejas o lo tomas.
Dices que no sé lo digo,
piensas que estoy de broma,
lo dejas o lo tomas,
lo dejas o lo tomas,
lo dejas ... o lo tomas.
No puedo cambiar de repente,
ni lo voy a hacer automáticamente.
Hay mil cosas que aún no has visto
y no las vas a ver, a mí me da lo mismo.
Siempre he deseado tenerte a mi lado,
siempre he deseado tenerte a mi lado,
siempre he deseado tenerte a mi lado,
siempre he deseado tenerte a mi lado ...
No puedo cambiar de repente,
déjate querer frenéticamente
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